Proverbios 27:4
Cruel es la ira, e impetuoso el furor; Mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?
Proverbios 27:7
El hombre saciado desprecia el panal de miel; Pero al hambriento todo lo amargo es dulce.
Proverbios 27:9
El ungüento y el perfume alegran el corazón, Y el cordial consejo del amigo, al hombre.
Proverbios 27:10
No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; Ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos.
Proverbios 27:13
Quítale su ropa al que salió fiador por el extraño; Y al que fía a la extraña, tómale prenda.
Proverbios 27:14
El que bendice a su amigo en alta voz, madrugando de mañana, Por maldición se le contará.
Proverbios 27:16
Pretender contenerla es como refrenar el viento, O sujetar el aceite en la mano derecha.
Proverbios 27:18
Quien cuida la higuera comerá su fruto, Y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra.
Proverbios 27:19
Como en el agua el rostro corresponde al rostro, Así el corazón del hombre al del hombre.
Proverbios 27:20
El Seol y el Abadón nunca se sacian; Así los ojos del hombre nunca están satisfechos.
Proverbios 27:21
El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro, Y al hombre la boca del que lo alaba.
Proverbios 27:22
Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo majados con el pisón, No se apartará de él su necedad.
Proverbios 27:23
Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, Y mira con cuidado por tus rebaños;
Proverbios 27:24
Porque las riquezas no duran para siempre; ¿Y será la corona para perpetuas generaciones?
Proverbios 27:27
Y abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento, para mantenimiento de tu casa, Y para sustento de tus criadas.